jueves, 26 de febrero de 2009

Modulo AMAD: Análisis CD 15 Colección Educar

Antes de recomendar el uso de distintos materiales educativos creo conveniente que tener claro ciertos aspectos del concepto. Primeramente los materiales educativos son frecuentemente llamados “recursos”. La Real Academia Española nos dice al respecto que son un “medio de cualquier clase que, en caso de necesidad, sirve para conseguir lo que se pretende”. Vistos de esta forma, los recursos son simples medios para lograr objetivos de aprendizaje. Considerarlos de desde esta visión los limita en su importancia dentro del ámbito educativo, por lo tanto vamos a optar por el término “materiales educativos” los cuales consideraremos como herramientas que enriquecen las propuestas de enseñanza.
En la actualidad la Escuela, como Institución que forma parte de nuestra sociedad, no está ajena a los cambios que se vienen dando en este mundo globalizado, como refiere Castells la escuela está enfrentando nuevas transformaciones y desafíos en el contexto de la Revolución Tecnológica…
Esta Revolución implica cambios en las representaciones de los Docentes sobre la utilización de los materiales educativos en el espacio áulico. Cambio que no está exento de conflictos a partir de la incorporación de las TIC como recurso didáctico. Cabe señalar que por propia experiencia esta conflictividad se viene dando con todos los materiales educativos que se incorporaron en el proceso de enseñanza y aprendizaje que buscaron o buscan modificar metodológicamente las formas en que la Escuela enseña.
En cuanto a definir un material como educativo, personalmente considero que la tarea es difícil, ya que todo material puede ser considerado como educativo. Es importante tener en cuenta que cuando integramos materiales educativos a la tarea, lo que los Docentes en realidad hacen, es recurrir a los recursos (materiales) que se disponen, dentro de un contexto social, y los incluyen en su clase, sin tener en cuenta que dicha incorporación es una “herramienta cultural” a la que podemos relacionar con las formas de pensamientos complejos). Nos situamos de esta forma en contexto socio-histórico de las personas, en una primera instancia a nivel social y posteriormente a nivel individual –Ley de doble función-. Es este sentido y citando a Vygotski y su “ley de doble formación o ley genética del desarrollo cultural” que nos indica que “...en el desarrollo cultural del niño, toda función aparece dos veces: a nivel social, y más tarde, a nivel individual. Primero (entre) personas (ínterpsicológica) y, después, en el (interior) del niño (intrapsicológica). Esto puede aplicarse igualmente a la atención voluntaria, a la memoria lógica y a la formación de conceptos. Todas las funciones psicológicas se originan como relaciones entre seres humanos.”
Por otra parte es interesante señalar que un material es educativo cuando son producciones presentadas en diversos soportes con el fin de ampliar la información y presentar actividades concebidas sobre dos supuestos:

- El primero, vinculado con la Semiótica.
- El segundo, basado en los aportes de las Teorías del Aprendizaje
Desde la perspectiva de la Semiótica, podemos apuntar que el sentido de un texto se completa en la lectura. Este presupuesto - que es un axioma hoy en día - puede ubicarse inicialmente en la década de 1960. Este enfoque surge de la crítica a las interpretaciones que durante décadas concibieron a la oración – y no al texto – como unidad mínima de análisis.
La semiótica estructuralista surge entonces del propósito de identificar y describir los principios generales de organización textual. Roland Barthes (1987), uno de los principales exponentes de esta corriente, reconoce en el texto una pluralidad de sentidos: el texto es una matriz abierta e incompleta, una fuente de diálogo permanente. Según este autor, la unidad del texto no se encuentra en su origen (el autor) sino en su destino (el lector). Pero no se trata de un receptor individual sino colectivo que es portador de las huellas de la cultura. Umberto Eco (1979), otro exponente de esta corriente, sostiene que el texto es una articulación expresiva compleja que implica para su interpretación la cooperación entre un “autor modelo” y un “lector modelo” que complete activamente las hipótesis interpretativas que el texto ofrece.
El segundo supuesto que fundamenta esta concepción de los materiales educativos proviene de las Teorías del Aprendizaje. Mientras que para el Conductismo existe una relación causal entre la enseñanza y el aprendizaje, para las Teorías Cognitivas y el Constructivismo esta relación no es tan lineal.

Ya direccionando el enfoque de qué es un material educativo en función del análisis del CD de la colección Educar considero importante hacer referencia a Gutiérrez Martín quien señala que la importancia de la utilización de materiales educativos en las propuestas de enseñanza, por parte del docente se fundamenta en la importancia que posee la relación de comunicación que se produce entre los agentes educativos en las situaciones de enseñanza-aprendizaje y que es incuestionable. En los casos en que profesores y alumnos comparten tiempo y espacio, la comunicación entre ellos es fundamentalmente directa, aunque pueda ser mediada o multimedia. La comunicación donde las personas utilizan las Nuevas Tecnologías Multimedia para relacionarse (que denominamos comunicación multimedia) adquiere su mayor importancia en situaciones donde no hay coincidencia de tiempo y/o espacio entre alumnos y profesores. Además de esta relación comunicativa interpersonal directa o mediada, en las situaciones de enseñanza aprendizaje se produce también una interacción usuario-NTM, a la que nos referimos en las páginas siguientes con nuestra propuesta de análisis y evaluación de los diversos tipos de interactividad que nos brindan los nuevos medios.
Los elementos fundamentales de la comunicación multimedia educativa son los emirecs (alumnos y profesor), el medio o las NTM, el mensaje o documento multimedia y el contexto. Las características de estos tres elementos, junto con la actitud del profesor y los alumnos con respecto a los medios y documentos va a condicionar la comunicación educativa y, en definitiva, el aprendizaje. Este aprendizaje se ve también afectado por otro tipo de relación que no es necesariamente interpersonal: la interacción. La interacción supone una relación bidireccional de intercambio de información entre personas y/o máquinas, y puede producirse dentro o fuera de los entornos de educación formal. Esta interacción podrá favorecer el aprendizaje, pero no hay que confundirla con la verdadera comunicación multimedia educativa. Lo mismo ocurre con los medios de difusión masiva (los llamados medios de comunicación de masas), que, aunque tengan su clara influencia en la educación, no constituyen comunicación. En este caso, al no haber bidireccionalidad, ni siquiera podemos hablar de interacción, sino de transmisión de información.
El tipo de interacción de las aplicaciones multimedia está condicionado por las limitaciones de uno de los interactores: la máquina, cuyas características, hoy por hoy, no nos permiten comparar, como se hace constantemente, la interacción (persona - máquina) con la comunicación multimedia (interpersonal mediada), a la que nos referíamos anteriormente.
Los programas diseñados para simular una relación de comunicación y diálogo con el usuario son programas interactivos, y su interactividad puede ser aprovechada para favorecer el intercambio de información y el aprendizaje.
También es importante no reducir el potencial educativo de las aplicaciones interactivas a la posibilidad de elegir en un menú o seguir diferentes itinerarios, a las opciones propias de la navegación. La navegación, sí supone una respuesta del medio a las demandas del alumno para acceder a la información y a las actividades de aprendizaje, pero el aprendizaje se produce con el procesamiento de esa información y llevando a cabo las actividades. El apretar un botón para ir de un lugar a otro del documento multimedia interactivo es una participación del usuario puramente mecánica, similar a la de pasar hojas en un libro, que no supone ninguna actividad significativa del estudiante en el proceso de aprendizaje. Podemos, por lo tanto decir que la interacción propia de la navegación, de muy bajo nivel en la implicación mental del alumno, no es per se educativa, aunque, lógicamente puede formar parte de un proceso de enseñanza-aprendizaje.
La interacción propia de la navegación permite un mayor control del rítmo y secuencia de presentación de la información que, como educadores, no podemos confundir con una implicación del alumno en su propio aprendizaje. Tan peligroso es identificar actividad del alumno con movimiento e implicación física (lo que se hacía para acusar a la televisión de ser un medio pasivo), como identificar la participación del alumno-emirec en aprendizaje con multimedia con la de alumno-receptor, al que, eso sí, se le permite elegir entre una serie de opciones. Puede resultar más peligrosa la sensación engañosa de protagonismo del alumno, que la ausencia total de dicho protagonismo.
El uso de materiales educativos dentro de nuestra propuesta educativa se fundamenta, a mi entender, en lo que nos dice Piscitelli: El uso de los sentidos para mejorar el aprendizaje y el valor motivacional que presentan los medios icónicos y que favorecen un aprendizaje mas comprometido por parte del estudiante y teniendo en cuenta que estos nativos digitales prefieren el universo grafico que al textual.
En lo que a la utilización de material educativo multimedial se refiere es importante tener en cuenta, como lo cita, James P. (2005) en el mundo moderno, el lenguaje no es el único sistema de comunicación importante. En la actualidad son particularmente significativas las imágenes, símbolos, gráficos, diagramas, artefactos y muchos otros símbolos visuales. En consecuencia, parecería importante la idea de tipos diferentes de «alfabetismo visual». Por ejemplo, ser capaz de «leer» las imágenes de la publicidad es un tipo de alfabetismo visual. Y, desde luego, hay diferentes formas de leer tales imágenes, formas que están más o menos alineadas con las intenciones e intereses de los anunciantes. Otras formas de alfabetismo visual son conocer cómo leer los diseños de interior en los hogares, el arte modernista en los museos y los videos en MTV.
Además, ahora sucede con mucha frecuencia que las palabras y las imá-genes de diversos tipos se yuxtaponen y se integran en una variedad de formas. Las imágenes ocupan cada vez más espacio junto a las palabras, en los periódicos y en las revistas, así como en los libros de texto. De hecho, en muchas escuelas superiores y facultades modernas, las imágenes de los libros de texto de ciencias no sólo ocupan más espacio, sino que ahora transmiten significados que son independientes de las palabras que con¬tiene el texto. Si no se pueden leer esas imágenes, no se podrán recuperar sus significados a partir de las palabras del texto, como era más habitual en el pasado.
En esta clase de textos «multimodales» (textos que contienen palabras e imágenes), las imágenes comunican a menudo cosas diferentes a lo que comunican las palabras. Y la combinación de los dos modos comunica co¬sas que ninguno de ellos podría comunicar por separado. Así, la idea de diferentes clases de alfabetismo multimodal parece también importante. Tanto los modos como la multimodalidad van más allá de las imágenes y las palabras, para incluir sonidos, música, movimiento, sensaciones físicas y hasta olores.
Sobre el material seleccionado se trata del CD Nº 15 de la colección educ.ar, que lleva el titulo de “Aprendizajes por proyectos en Tecnología”, puedo decir:
- Desde la dimensión técnica: para su uso no requiere de demasiados recursos de software ni de hardware al acceder al CD. Cuenta con un archivo “.exe” desde el cual podemos recorrer el material
- Está dividido en 3 secciones, que son: Conceptos teórico, las actividades y Recursos:
- Los Conceptos teóricos: En el se encontrará con módulos que le permitirá recorrer: Tecnología: con sus correspondientes campos y Metodología Proyectual: en la cual se desarrollan problemáticas.
- Actividades: en este módulo permite el desarrollo de seis actividades claramente desarrolladas, con predominio del texto verbal escrito. La hipervinculación es adecuada y ágil.
- Los Recursos son variados y acordes a la propuesta del CD. Se puede acceder con rapidez a cada uno de ellos. Se dividen en Sala de Recursos y Sala de lectura. Es indispensable contar con conexión a Internet. Sus recursos en links son los necesarios y no sobre abundan.
- Dimensión estética: La pantalla presenta interesantes contrastes. Las letras oscuras permiten una buena lectura de los diferentes textos y gráficos. La navegación se hace fácil gracias a los íconos que direccionan la misma. Se destacan los hipervínculos mediante una gama variada de colores.
- Dimensión interactiva: de facilidad de navegación. En el pié de todas las páginas que nos muestra el material, se encuentran cuatro links, “a cerca de”, “mapa del CD”, “cómo usar el CD” y “créditos”, esto permite el acceso rápido a cada sección. Recomiendo su uso. Durante el uso de vamos a descubrir la necesidad de utilizar la apertura de una nueva pestaña al utilizar un recurso, para no tener que volver nuevamente atrás en el navegador. Ofrece la versión imprimible de cada material, como así, la de guardar en el material multimedia (power point, videos, audio)
- Dimensión didáctica: Los objetivos están claramente precisados, para ello nos debemos dirigir a “a cerca de”, donde nos brinda una clara información sobre los mismos.
- El material que encontramos es de fácil adecuación para el desarrollo de actividades áulicas, si bien esta dirigido a la capacitación docente. El programa tiene en cuenta aspectos muy importantes desde el punto de vista didáctico, es flexible y se adapta al nivel y ritmo de cada usuario, proporcionando información al mismo sobre el avance en la consecución de los objetivos.
- Dimensión ideológica: En el trabajo realizado se presenta una variada concepción sobre Tecnología. Esta presente el enfoque CTS, dejando sentada las interrelaciones existentes entre ciencia, tecnología y sociedad.
No se toman posicionamientos sobre el uso de la Tecnología

En resumen, es un material interesante y de fácil manejo para aquel docente que se quiera adentrar en la conceptualización de la metodología de trabajo propia de la Tecnología lo cual implica un cambio en la modalidad en la forma de abordar el proceso de enseñanza y aprendizaje. El mismo se estructura a partir de la resolución de problemas lo que posibilita un trabajo en equipo, en forma colaborativa, buscando soluciones a problemas que provienen de la sociedad en la que vivimos. Supone además, exigirnos y exigir del otro la aplicación de conocimientos a situaciones nuevas y no quedarnos en copiar soluciones, sino ampliar o perfeccionar las mismas.
Nos propone desarrollar en los alumnos formas de pensamiento de orden superior.
En definitiva, nos reta a alfabetizarnos para un mundo moderno, como nos dice P James “En el mundo moderno ya no es suficiente con estar alfabetizado en la letra impresa. La gente necesita estar alfabetizada en una gran variedad de ámbitos semióticos diferentes. Si esos ámbitos implican la letra impresa, la gente necesitará estar naturalmente alfabetizada en la letra impresa. No obstante, la gran mayoría de ámbitos implican recursos semióticos (simbólicos, representacionales) distintos a la letra impresa y algunos ni siquiera implican a la letra impresa como recurso. Además y lo que es más impor¬tante, a lo largo de su vida la gente necesita poder aprender a estar alfabetizada en ámbitos semióticos nuevos. Si nuestro mundo moderno, global, altamente tecnificado e impulsado por la ciencia hace algo, es ciertamente, dar lugar a nuevos ámbitos semióticos, transformando los viejos a un ritmo cada vez más rápido”.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Tecnología para un trabajo colaborativo

El sinsentido del sentido o El sentido del sinsentido

Paul Watzlawick


Para empezar a desconstruir, a resignificar, a ser libres tenemos que ser conscientes de lo que señala brillantemente Paul Virilio “Ninguna información existe si desin-formación”



Análisis…

Antes de reflexionar, me parece interesante hacer un análisis sobre los aportes de Watzlawick, desde la perspectiva constructivista, en la que nos plantea si la realidad existe con independencia del hombre o si es “inventada” por él. ¿Hay una realidad en el afuera? ¿O es la que nuestros sentidos y nuestra mente nos permite construir? ¿Es posible la objetividad?

Desde que nacemos poseemos algunos esquemas de acción que nos permite asignarle significado a determinadas particularidades o elementos que percibimos de nuestro entorno.

Percibimos algunos fragmentos del contexto a partir de lo que nos permiten nuestras ideas ver, con esos recortes construimos nuestro particular y singular mapa del territorio y en base a ello le asignamos sentido a lo conocido.

En este sentido, la “realidad” percibida es la parte del territorio que nuestros sentidos y nuestras categorías significantes -construidas a lo largo de nuestro desarrollo personal, social y cognoscitivo- nos permiten visibilizar. A partir de ello atribuimos significados a nuestro objeto de conocimiento Hay inmensos vacíos no visibles. Cuando un suceso nuevo aparece lo interpretamos y le atribuimos significado en función de nuestras ideas previas. Tan magistralmente dicho por Einstein –citado por Watzlawick- “Es imposible recoger en una teoría sólo magnitudes observables. Es más bien la teoría la que decide lo que uno puede observar.” “La realidad de la que podemos hablar jamás es la realidad en sí, sino una realidad sabida o incluso, en muchos casos, una realidad configurada por nosotros mismos”

En síntesis lo que comúnmente consideramos como realidad es el mapa construido sobre la infinitud del territorio.

En lo que se refiere a nuestros alumnos su mapa se va enriqueciendo a través del funcionamiento intersubjetivo, del intercambio que mantiene con distintos grupos de pertenencia, de la interacción con pares más expertos. Al respecto Vigotzky expresa que el sujeto construye significados compartidos que le permiten dar sentido a toda información nueva que aparezca, este es el caso de las nuevas “Tribus Urbanas” que se manifiestan en nuestra sociedad.

Siguiendo lo dicho por Watzlawick podemos ver que la relación entre los alumnos y el
objeto de conocimiento está atravesada por el orden de la subjetividad. Es imposible la constitución de una objetividad por parte de los alumnos, que no esté atravesada por la subjetividad desde los comienzos de la vida.

Se destaca así, la importancia de la madre, quien inscribe sus esquemas representacionales (su peculiar visión de la realidad, las cosas a las que le presta atención, los recortes que hace del mundo) en el inconsciente del niño, sin ser consciente que lo hace. Al respecto Silvia Bleichmar nos dice que: el hijo parasita biológicamente a la madre y la madre lo parasita simbólicamente.

Watzlawick nos propone la utilización del enfoque sistémico, en el cual el individuo es una unidad que mantiene una relación de “separación inclusiva” con el entorno físico y sociocultural. El cambio en uno de los elementos del sistema “fuerza una re-estructuración de los demás”.

Por último podemos citar a Martín Buber quien nos dice que en todos los estratos sociales los hombres se conforman unos a otros en sus propiedades y capacidades humanas. La base de la convivencia humana es, por un lado doble, debido al deseo de todos los hombres de que el otro los confirme como lo que son o lo que pueden ser. Podríamos agregar que se dan historias en las que se impide la posibilidad de seguir siendo lo que son y se les demanda ser alguien diferente de lo que se es, con las terribles consecuencias que ello implica en la constitución subjetiva. Pero a su vez, es una sola, es monádica, y se ve en la capacidad innata de todos los hombres para confirmar de este modo a sus semejantes.

Hasta aquí he planteado un pantallazo sobre el decir de Watzlawick, pero que podemos sacar para reflexionar sobre nuestro accionar en las aulas, cuando en la sala de docentes hacemos predicciones sobre la vida de nuestros alumnos, a partir de inferir sobre la base de nuestras propias categorías significantes o de tal o cual marco teórico que nos muestran una parte de la realidad y ocultan otros.

Reflexiones:

La educación en línea es uno de los sectores donde ha existido un desarrollo limitado debido a ciertos prejuicios sostenidos por educadores tradicionales. Sin embargo, la Web 2.0 nos da la oportunidad de desarrollar nuevos territorios, sistemas y métodos para la educación en línea, aprovechando las capacidades de interacción desarrolladas en los últimos años.

La explosión de sitios sociales virtuales, donde la gente comparte información y conocimientos, promueve una nueva tendencia hacia la creación de una inteligencia común y colectiva creada por y para los usuarios. Esta desmitificación del profesor como un gurú indiscutible promueve el aprendizaje colaborativo tan deseado por diversas corrientes de la pedagogía virtual, y debe ser aprovechada y tomada en cuenta por los nuevos modelos y métodos de educación virtual.

Independientemente de la edad, las personas buscan en la educación no conocimientos inútiles o descontextualizados, sino ideas relevantes para la vida diaria. Es en ese sentido que muchas veces los grandes proveedores de conocimiento (antes las enciclopedias, diccionarios o expertos) no incluyen información verdaderamente relevante, y es ahí donde la recolección de conocimientos colectivos entra en juego.

Los propios usuarios son los únicos que con sus aportaciones son el pilar fundamental para el domino de la era Web 2.0. Ellos mismos son los que tienen que crear una estrategia de confianza para conseguir una mejora dentro de este campo tan amplio. Porque es sabido –como dice Watzlawick- que al intervenir dos entidades en el sentido más amplio, siempre es posible constatar factores que no son el producto de la simple suma de las propiedades de las entidades que componen la relación. Entre individuo y sistema, entre “dentro” y “fuera” existe una interdependencia que debemos tener en cuenta. Estamos determinados mediante las propiedades del sistema al que pertenecemos, pero también estamos en condiciones de poder intervenir de modo autónomo y de generar cambios. Por ello, integrar a los alumnos en momentos clave del proceso educativo y no sólo verlos como receptores pasivos de información con breves destellos de participación es el principal reto de la educación virtual.

El mal uso de ésta, es el principal obstáculo, lo que está creando la tan mentada brecha digital entre las relaciones humanas causadas por los propios usuarios. Sin hacer mal uso, el futuro de Web 2.0, sin duda, está en continua expansión con buenas propuestas de futuro. La escuela aumenta la brecha entre las distintas realidades de sus autores si intenta enseñar programas que pronto serán obsoletos, o busca reinstaurar criterios de autoridad que están transformándose. ¿El sinsentido del sentido? Hay mucho más por hacer que eso. Se trata de entender las nuevas lógicas de producción de conocimiento, de estar alertas a sus efectos en las identidades y relaciones sociales, de saber servirnos de toda la potencialidad que encierra un archivo casi infinito y una red de relaciones hasta hace poco impensada.

Es común afirmar que estamos viviendo un profundo proceso de transformación, que afecta simultáneamente la economía, la sociedad, la política y la cultura. Es evidente, que en un escenario futuro, el conocimiento y la información ocuparán un lugar central, vinculado al impacto de las nuevas tecnologías. La posibilidad de acumular, transmitir y procesar enormes cantidades de información, superando los límites físicos y espaciales tradicionales, provocan nuevos debates y tensiones, de significativo impacto en la configuración de la sociedad futura.

En un mundo donde la información y los conocimientos evolucionan rápidamente, estaremos obligados a educarnos a lo largo de toda la vida. Uno de los objetivos básicos es, por lo tanto, aprender a aprender. En este contexto, el rol del docente se modifica enormemente. El maestro es ahora la persona que transmite al alumno el oficio de aprender.

Juan Carlos Tedesco (Ministro de Educación)

Artículo “Nuevas Tecnologías y desafíos educativos” – Revista Monitor


Enseñar y aprender en redes

Educación y Tecnologías Telemáticas

Javier Echeverria

Mis hijos nacieron digitales… reflexiones de un padre inmigrante digital.


Sí, como lo dice el título del artículo, mis hijos como muchos otros han tenido la suerte, o no, de haber nacidos digital. Ellos han nacido con la computadora como elemento cotidiano para sus juegos, al igual que nosotros teníamos la pelota o la bicicleta.

Me basta mirar a mis hijos Angelo (15 años), Franco (8) y Giovanna (6) con la frescura como manejan el medio, computadora, por ende la Internet, con toda frescura. Si bien gracias a vivir en una chacra se relacionan con la naturaleza (E1) y juegan, como decimos vinculados a la tierra (barro y agua), logrando relacionar los tres entornos en forma natural y espontánea.

Veo como han creado sus correos, se conectan con sus amigos vía msn, buscan con total simpleza información en la red. Ellos se vinculan como… con el tercer entorno (E3) en casa.

Pero en la escuela (E2) desarrollan sus actividades de forma tradicional, (fotocopias, etc.,etc.) las docentes no tienen ni miras de introducir las TIC en el aula. Cuando les transmití mi preocupación sobre el tema, en reunión de padres, a las Docentes de mis hijos más pequeños, la respuesta clara y contundente fue: “Para que me preocupaba si tenían un padre para que les enseñara a usar la computadora”… si fuera una tira de la celebre revista condorito terminaríamos con un Ploop!!!....

Claramente están dejando de lado lo que nos dice Begoña Gros que uno de los aspectos más interesantes del uso de las TIC en la educación ha sido poner en evidencia y en discusión buena parte de de las teorías educativas, a partir del diseño de materiales basados en tecnología. El campo de la tecnología educativa ha re-abierto muchos debates sobre las formas más apropiadas de enseñanza y sobre cómo los medios son un soporte para el aprendizaje.

Tampoco tienen en cuenta que las TICs han contribuido a desarrollar nuevas metodologías de trabajo y también han servido para recuperar viejas propuestas que en su momento no encontraron los medios o el contexto social propicio en el que desarrollarse. Pero también me cuestiono, si no incorporan las TIC, es porque no están preparadas o porque la Institución no ha reconocido sus potencialidades. De allí que plantea Echeverría que la educación en este entorno requiere de un replantearse profundamente la organización de las actividades educativas, proponiendo políticas educativas específicas que permitan implantar un nuevo sistema educativo propio del tercer entorno.

No podemos desconocer que estamos ante un nuevo espacio social donde las interrelaciones humanas están sobrecargadas de interactividad, de realidad virtual, donde prima lo inmediato, la pasión, la emoción. Nuestros hijos se relacionan así. No podemos desatender las oportunidades que nos ofrece esta nueva forma de memorizar, de documentar, de actuar y de expresar las emociones, porque abre una gran ventana de posibilidades educativas. Básicamente, porque agregar el componente emocional de este nuevo espacio social nos lleva a otro entorno donde priman los incuestionables factores emocionales que conlleva el aprendizaje (muy alejado de la fría transmisión de conocimientos, por cierto). Debemos adecuarnos para saber movernos y actuar en este nuevo espacio. La institución escolar necesita acercarse más al entorno al que están habituados la mayoría de los integrantes que la componen.

Es común que el docente prefiera desarrollar sus actividades en forma tradicional ya que considera que no siempre el uso de la tecnología conduce a la innovación y la reflexión sobre el aprendizaje. Además, como componente de mayor peso, no hay que olvidar que la mayoría de ellos son (somos) analfabetos funcionales (tal como se expresa Echeverría) en este nuevo espacio social. Yo mismo he podido comprobar en mi ambiente, cómo gran cantidad de docentes no quieren “ni siquiera” intentar una comunicación por intermedio de un blog o una wiki para compartir experiencias con colegas de su mismo espacio, porque no pueden emprender las actividades necesarias para lograr el acceso, cuanto menos lograr realizar un posteo para poder compartir algún texto o experiencia. Es sabido que para intervenir competentemente en el espacio telemático, se requiere de ciertas habilidades y destrezas que no poseen en absoluto. Además de sentirse intimidados por la tecnología, se encuentran cómodos con su estilo de enseñar, ya que no requiere de mayor tiempo y no necesita preparación tecnológica para desarrollarlo, y muchos -educados tradicionalmente- continúan la tradición educativa ancestral, tratando de evadir en todo momento lo nuevo, evitando así ingresar al mundo complejo del tercer entorno. Seguirán integrando la lista de analfabetos funcionales en este nuevo entorno mientras no dirijan la mirada con optimismo al ingreso al nuevo espacio social.

Así, en E3, los escenarios educativos cambian por completo y el paradigma del profesor que basa su actividad docente en la clase magistral, queda completamente obsoleto en este contexto. El nuevo docente debe asumir el rol de tutor, quien será el facilitador, guía y consejero para adquirir fuentes apropiadas de información, creador de hábitos y destrezas en la búsqueda, selección y tratamiento de la información, y en algunos casos debe controlar desde la distancia a los alumnos a través del medio electrónico- Es así como se desarrollará una verdadera pedagogía constructivista, basada en una educación cuyo centro de atención sea el alumno.

Frente a la crisis de calidad en la educación formal, el tercer entorno, abre nuevas perspectivas a la educación, invitando al docente a incorporarse a este nuevo espacio educativo, para lo cual deberá modificar sus estrategias de aprendizaje-enseñanza, o adaptar aquellas que ya posee, porque a través de este nuevo espacio, no solo se puede compartir información, sino incluso emociones y desarrollar habilidades. Por tanto, el maestro del tercer milenio debe estar preparado para enfrentar este reto, como uno de los agentes con mayor responsabilidad en la incidencia para la mejora de la calidad educativa, porque una educación que pretende ser de calidad tiene que ser tan dinámica como la sociedad misma; una educación de calidad debe estar acorde con las necesidades sociales que están en movimiento.