jueves, 26 de febrero de 2009

Modulo AMAD: Análisis CD 15 Colección Educar

Antes de recomendar el uso de distintos materiales educativos creo conveniente que tener claro ciertos aspectos del concepto. Primeramente los materiales educativos son frecuentemente llamados “recursos”. La Real Academia Española nos dice al respecto que son un “medio de cualquier clase que, en caso de necesidad, sirve para conseguir lo que se pretende”. Vistos de esta forma, los recursos son simples medios para lograr objetivos de aprendizaje. Considerarlos de desde esta visión los limita en su importancia dentro del ámbito educativo, por lo tanto vamos a optar por el término “materiales educativos” los cuales consideraremos como herramientas que enriquecen las propuestas de enseñanza.
En la actualidad la Escuela, como Institución que forma parte de nuestra sociedad, no está ajena a los cambios que se vienen dando en este mundo globalizado, como refiere Castells la escuela está enfrentando nuevas transformaciones y desafíos en el contexto de la Revolución Tecnológica…
Esta Revolución implica cambios en las representaciones de los Docentes sobre la utilización de los materiales educativos en el espacio áulico. Cambio que no está exento de conflictos a partir de la incorporación de las TIC como recurso didáctico. Cabe señalar que por propia experiencia esta conflictividad se viene dando con todos los materiales educativos que se incorporaron en el proceso de enseñanza y aprendizaje que buscaron o buscan modificar metodológicamente las formas en que la Escuela enseña.
En cuanto a definir un material como educativo, personalmente considero que la tarea es difícil, ya que todo material puede ser considerado como educativo. Es importante tener en cuenta que cuando integramos materiales educativos a la tarea, lo que los Docentes en realidad hacen, es recurrir a los recursos (materiales) que se disponen, dentro de un contexto social, y los incluyen en su clase, sin tener en cuenta que dicha incorporación es una “herramienta cultural” a la que podemos relacionar con las formas de pensamientos complejos). Nos situamos de esta forma en contexto socio-histórico de las personas, en una primera instancia a nivel social y posteriormente a nivel individual –Ley de doble función-. Es este sentido y citando a Vygotski y su “ley de doble formación o ley genética del desarrollo cultural” que nos indica que “...en el desarrollo cultural del niño, toda función aparece dos veces: a nivel social, y más tarde, a nivel individual. Primero (entre) personas (ínterpsicológica) y, después, en el (interior) del niño (intrapsicológica). Esto puede aplicarse igualmente a la atención voluntaria, a la memoria lógica y a la formación de conceptos. Todas las funciones psicológicas se originan como relaciones entre seres humanos.”
Por otra parte es interesante señalar que un material es educativo cuando son producciones presentadas en diversos soportes con el fin de ampliar la información y presentar actividades concebidas sobre dos supuestos:

- El primero, vinculado con la Semiótica.
- El segundo, basado en los aportes de las Teorías del Aprendizaje
Desde la perspectiva de la Semiótica, podemos apuntar que el sentido de un texto se completa en la lectura. Este presupuesto - que es un axioma hoy en día - puede ubicarse inicialmente en la década de 1960. Este enfoque surge de la crítica a las interpretaciones que durante décadas concibieron a la oración – y no al texto – como unidad mínima de análisis.
La semiótica estructuralista surge entonces del propósito de identificar y describir los principios generales de organización textual. Roland Barthes (1987), uno de los principales exponentes de esta corriente, reconoce en el texto una pluralidad de sentidos: el texto es una matriz abierta e incompleta, una fuente de diálogo permanente. Según este autor, la unidad del texto no se encuentra en su origen (el autor) sino en su destino (el lector). Pero no se trata de un receptor individual sino colectivo que es portador de las huellas de la cultura. Umberto Eco (1979), otro exponente de esta corriente, sostiene que el texto es una articulación expresiva compleja que implica para su interpretación la cooperación entre un “autor modelo” y un “lector modelo” que complete activamente las hipótesis interpretativas que el texto ofrece.
El segundo supuesto que fundamenta esta concepción de los materiales educativos proviene de las Teorías del Aprendizaje. Mientras que para el Conductismo existe una relación causal entre la enseñanza y el aprendizaje, para las Teorías Cognitivas y el Constructivismo esta relación no es tan lineal.

Ya direccionando el enfoque de qué es un material educativo en función del análisis del CD de la colección Educar considero importante hacer referencia a Gutiérrez Martín quien señala que la importancia de la utilización de materiales educativos en las propuestas de enseñanza, por parte del docente se fundamenta en la importancia que posee la relación de comunicación que se produce entre los agentes educativos en las situaciones de enseñanza-aprendizaje y que es incuestionable. En los casos en que profesores y alumnos comparten tiempo y espacio, la comunicación entre ellos es fundamentalmente directa, aunque pueda ser mediada o multimedia. La comunicación donde las personas utilizan las Nuevas Tecnologías Multimedia para relacionarse (que denominamos comunicación multimedia) adquiere su mayor importancia en situaciones donde no hay coincidencia de tiempo y/o espacio entre alumnos y profesores. Además de esta relación comunicativa interpersonal directa o mediada, en las situaciones de enseñanza aprendizaje se produce también una interacción usuario-NTM, a la que nos referimos en las páginas siguientes con nuestra propuesta de análisis y evaluación de los diversos tipos de interactividad que nos brindan los nuevos medios.
Los elementos fundamentales de la comunicación multimedia educativa son los emirecs (alumnos y profesor), el medio o las NTM, el mensaje o documento multimedia y el contexto. Las características de estos tres elementos, junto con la actitud del profesor y los alumnos con respecto a los medios y documentos va a condicionar la comunicación educativa y, en definitiva, el aprendizaje. Este aprendizaje se ve también afectado por otro tipo de relación que no es necesariamente interpersonal: la interacción. La interacción supone una relación bidireccional de intercambio de información entre personas y/o máquinas, y puede producirse dentro o fuera de los entornos de educación formal. Esta interacción podrá favorecer el aprendizaje, pero no hay que confundirla con la verdadera comunicación multimedia educativa. Lo mismo ocurre con los medios de difusión masiva (los llamados medios de comunicación de masas), que, aunque tengan su clara influencia en la educación, no constituyen comunicación. En este caso, al no haber bidireccionalidad, ni siquiera podemos hablar de interacción, sino de transmisión de información.
El tipo de interacción de las aplicaciones multimedia está condicionado por las limitaciones de uno de los interactores: la máquina, cuyas características, hoy por hoy, no nos permiten comparar, como se hace constantemente, la interacción (persona - máquina) con la comunicación multimedia (interpersonal mediada), a la que nos referíamos anteriormente.
Los programas diseñados para simular una relación de comunicación y diálogo con el usuario son programas interactivos, y su interactividad puede ser aprovechada para favorecer el intercambio de información y el aprendizaje.
También es importante no reducir el potencial educativo de las aplicaciones interactivas a la posibilidad de elegir en un menú o seguir diferentes itinerarios, a las opciones propias de la navegación. La navegación, sí supone una respuesta del medio a las demandas del alumno para acceder a la información y a las actividades de aprendizaje, pero el aprendizaje se produce con el procesamiento de esa información y llevando a cabo las actividades. El apretar un botón para ir de un lugar a otro del documento multimedia interactivo es una participación del usuario puramente mecánica, similar a la de pasar hojas en un libro, que no supone ninguna actividad significativa del estudiante en el proceso de aprendizaje. Podemos, por lo tanto decir que la interacción propia de la navegación, de muy bajo nivel en la implicación mental del alumno, no es per se educativa, aunque, lógicamente puede formar parte de un proceso de enseñanza-aprendizaje.
La interacción propia de la navegación permite un mayor control del rítmo y secuencia de presentación de la información que, como educadores, no podemos confundir con una implicación del alumno en su propio aprendizaje. Tan peligroso es identificar actividad del alumno con movimiento e implicación física (lo que se hacía para acusar a la televisión de ser un medio pasivo), como identificar la participación del alumno-emirec en aprendizaje con multimedia con la de alumno-receptor, al que, eso sí, se le permite elegir entre una serie de opciones. Puede resultar más peligrosa la sensación engañosa de protagonismo del alumno, que la ausencia total de dicho protagonismo.
El uso de materiales educativos dentro de nuestra propuesta educativa se fundamenta, a mi entender, en lo que nos dice Piscitelli: El uso de los sentidos para mejorar el aprendizaje y el valor motivacional que presentan los medios icónicos y que favorecen un aprendizaje mas comprometido por parte del estudiante y teniendo en cuenta que estos nativos digitales prefieren el universo grafico que al textual.
En lo que a la utilización de material educativo multimedial se refiere es importante tener en cuenta, como lo cita, James P. (2005) en el mundo moderno, el lenguaje no es el único sistema de comunicación importante. En la actualidad son particularmente significativas las imágenes, símbolos, gráficos, diagramas, artefactos y muchos otros símbolos visuales. En consecuencia, parecería importante la idea de tipos diferentes de «alfabetismo visual». Por ejemplo, ser capaz de «leer» las imágenes de la publicidad es un tipo de alfabetismo visual. Y, desde luego, hay diferentes formas de leer tales imágenes, formas que están más o menos alineadas con las intenciones e intereses de los anunciantes. Otras formas de alfabetismo visual son conocer cómo leer los diseños de interior en los hogares, el arte modernista en los museos y los videos en MTV.
Además, ahora sucede con mucha frecuencia que las palabras y las imá-genes de diversos tipos se yuxtaponen y se integran en una variedad de formas. Las imágenes ocupan cada vez más espacio junto a las palabras, en los periódicos y en las revistas, así como en los libros de texto. De hecho, en muchas escuelas superiores y facultades modernas, las imágenes de los libros de texto de ciencias no sólo ocupan más espacio, sino que ahora transmiten significados que son independientes de las palabras que con¬tiene el texto. Si no se pueden leer esas imágenes, no se podrán recuperar sus significados a partir de las palabras del texto, como era más habitual en el pasado.
En esta clase de textos «multimodales» (textos que contienen palabras e imágenes), las imágenes comunican a menudo cosas diferentes a lo que comunican las palabras. Y la combinación de los dos modos comunica co¬sas que ninguno de ellos podría comunicar por separado. Así, la idea de diferentes clases de alfabetismo multimodal parece también importante. Tanto los modos como la multimodalidad van más allá de las imágenes y las palabras, para incluir sonidos, música, movimiento, sensaciones físicas y hasta olores.
Sobre el material seleccionado se trata del CD Nº 15 de la colección educ.ar, que lleva el titulo de “Aprendizajes por proyectos en Tecnología”, puedo decir:
- Desde la dimensión técnica: para su uso no requiere de demasiados recursos de software ni de hardware al acceder al CD. Cuenta con un archivo “.exe” desde el cual podemos recorrer el material
- Está dividido en 3 secciones, que son: Conceptos teórico, las actividades y Recursos:
- Los Conceptos teóricos: En el se encontrará con módulos que le permitirá recorrer: Tecnología: con sus correspondientes campos y Metodología Proyectual: en la cual se desarrollan problemáticas.
- Actividades: en este módulo permite el desarrollo de seis actividades claramente desarrolladas, con predominio del texto verbal escrito. La hipervinculación es adecuada y ágil.
- Los Recursos son variados y acordes a la propuesta del CD. Se puede acceder con rapidez a cada uno de ellos. Se dividen en Sala de Recursos y Sala de lectura. Es indispensable contar con conexión a Internet. Sus recursos en links son los necesarios y no sobre abundan.
- Dimensión estética: La pantalla presenta interesantes contrastes. Las letras oscuras permiten una buena lectura de los diferentes textos y gráficos. La navegación se hace fácil gracias a los íconos que direccionan la misma. Se destacan los hipervínculos mediante una gama variada de colores.
- Dimensión interactiva: de facilidad de navegación. En el pié de todas las páginas que nos muestra el material, se encuentran cuatro links, “a cerca de”, “mapa del CD”, “cómo usar el CD” y “créditos”, esto permite el acceso rápido a cada sección. Recomiendo su uso. Durante el uso de vamos a descubrir la necesidad de utilizar la apertura de una nueva pestaña al utilizar un recurso, para no tener que volver nuevamente atrás en el navegador. Ofrece la versión imprimible de cada material, como así, la de guardar en el material multimedia (power point, videos, audio)
- Dimensión didáctica: Los objetivos están claramente precisados, para ello nos debemos dirigir a “a cerca de”, donde nos brinda una clara información sobre los mismos.
- El material que encontramos es de fácil adecuación para el desarrollo de actividades áulicas, si bien esta dirigido a la capacitación docente. El programa tiene en cuenta aspectos muy importantes desde el punto de vista didáctico, es flexible y se adapta al nivel y ritmo de cada usuario, proporcionando información al mismo sobre el avance en la consecución de los objetivos.
- Dimensión ideológica: En el trabajo realizado se presenta una variada concepción sobre Tecnología. Esta presente el enfoque CTS, dejando sentada las interrelaciones existentes entre ciencia, tecnología y sociedad.
No se toman posicionamientos sobre el uso de la Tecnología

En resumen, es un material interesante y de fácil manejo para aquel docente que se quiera adentrar en la conceptualización de la metodología de trabajo propia de la Tecnología lo cual implica un cambio en la modalidad en la forma de abordar el proceso de enseñanza y aprendizaje. El mismo se estructura a partir de la resolución de problemas lo que posibilita un trabajo en equipo, en forma colaborativa, buscando soluciones a problemas que provienen de la sociedad en la que vivimos. Supone además, exigirnos y exigir del otro la aplicación de conocimientos a situaciones nuevas y no quedarnos en copiar soluciones, sino ampliar o perfeccionar las mismas.
Nos propone desarrollar en los alumnos formas de pensamiento de orden superior.
En definitiva, nos reta a alfabetizarnos para un mundo moderno, como nos dice P James “En el mundo moderno ya no es suficiente con estar alfabetizado en la letra impresa. La gente necesita estar alfabetizada en una gran variedad de ámbitos semióticos diferentes. Si esos ámbitos implican la letra impresa, la gente necesitará estar naturalmente alfabetizada en la letra impresa. No obstante, la gran mayoría de ámbitos implican recursos semióticos (simbólicos, representacionales) distintos a la letra impresa y algunos ni siquiera implican a la letra impresa como recurso. Además y lo que es más impor¬tante, a lo largo de su vida la gente necesita poder aprender a estar alfabetizada en ámbitos semióticos nuevos. Si nuestro mundo moderno, global, altamente tecnificado e impulsado por la ciencia hace algo, es ciertamente, dar lugar a nuevos ámbitos semióticos, transformando los viejos a un ritmo cada vez más rápido”.

1 comentario:

Profesor FSC dijo...

Coincido plenamente cuando mencionás que hay cambios en las representaciones de los docentes sobre la utilización de los materiales. Con respecto a los nuevos materiales hipertextuales y multimodales, creo que hay quienes los ven como algo que en realidad distrae, otros como algo que ellos nunca van a pode utilizar “muy difícil”, algunos como si los nuevos materiales “enseñaran por sí mismos”, etc. En definitiva, miedos, dudas y expectativas demasiado grandes y alejadas de la realidad.
Pienso al igual que vos que todos los materiales pueden ser considerados como educativos, creo entender la intención de lo que decís; pero me parece que tal vez sería mejor decir “pueden ser transformados en material educativo” (interviene necesariamente la habilidad y capacidades del docente)
Me parece ver que algunos de los aspectos que considerás en la dimensión técnica tal vez guarden mayor relación con las dimensiones “interactiva” y “didáctica”, a mí también en algunos casos me costó diferenciar o separar.
En algo no estoy de acuerdo con vos, es que desde mi punto de vista el material del CD 15 no proporciona información al usuario sobre el avance en la consecución de los objetivos ni prácticas de evaluación. En ese sentido lo veo pobre, limitado.
Coincido en que se presenta un posicionamiento frente a la tecnología del tipo CTS, y se mencionan los intereses que hay siempre detrás de ella.
Me parece clave la cita que hacé sobre Piscitelli, los nativos digitales están en nuestras aulas, y la mayoría de nosotros sigue utilizando un único canal cognitivo a la vez, o leen o escuchan y punto.
También mencionás la “actitud” del profesor y los alumnos con respecto a los medios, como central para la comunicación educativa. Enseñar y aprender “…es una cuestión de actitud…” (Fito Páez)